sábado, 19 de abril de 2014

Tengo mucho que decir y poco tiempo para escribir.

Ya sabéis que escribir es mi pasíón, lo que no quiere decir que sea escritora.

En los últimos meses el mundo corre a la velocidad del rayo, las noticias pasan de moda aunque sean producto de una dramática realidad que nos supera, y que nos deja la sensación de estar haciendo bien poco para que nuestro hermoso vergel azul, verde y marrón, que la NASA se empeña en fotografiar en la búsqueda de un gemelo donde seguir explotando recursos y, quien sabe, tal vez seres vivos, no se eche a perder totalmente.

El nuevo album de Calle 13 "Multiviral" contiene  una canción llamada "Adentro", que me ha dado la idea del título de esta nueva entrada: Tengo mucho que escribir y poco papel, dice René.

Yo digo: Tengo mucho que decir y poco tiempo para escribir.

Vengo aquí para repasar con vosotros la locura que impera en el mundo de hoy, donde los denominados por sí mismos "demócratas" no cesan en su ambición por concentrar dinero hasta las últimas consecuencias, que son la destrucción misma del planeta y de los seres que lo habitamos. Será por ello que buscan incansables un nuevo mundo, igual a la hermosa tierra, donde mudar sus mansiones de lujo y su plastificado o metalizado modo de vida, lleno de transgénicos de Monsanto y demás basura.
¡Pobres los pobladores de ese planeta si los hubiera!

El jueves santo moría Gabriel García Márquez, que dijo tantas frases y escribió tantas genialidades que la red se inundó de sus lúcidas palabras en pocos minutos.
Mi cita favorita en facebook era una de sus frases: SI LA MIERDA TUVIERA ALGÚN VALOR LOS POBRES NACERÍAN SIN CULO.

¡Y es que se habla tanto de los pobres y se hace tan poco por acabar con la pobreza!

La pobreza, como la democracia, o la solidaridad o la igualdad se han convertido en meras marcas para vender. Se vende imagen con ellas. Los políticos las pronuncian a diario, pero luego buscan cualquier excusa, por miserable que sea, para seguir manteniendo el buen orden de la desigualdad que beneficia a la élites económicas, a los Señores de Bilderberg.
Ahí tenemos el ejemplo de Susana Díaz, la apuesta por la renovación del PSOE andaluz, que no duda en afirmar que el intento de bloquear una medida justa destinada a dar solución al grave problema de habitabilidad de una serie de familias en riesgo de exclusión social ha sido su forma de garantizar la igualdad.
Porque igualdad es mantener una lista de demandantes de vivienda de protección oficial de los cuales muchos (yo entre ellos) no podremos ni tan siquiera acceder a dicha vivienda, en el hipotético de caso que nos tocara "la mano de Dios" del derecho legítimo a la vivienda, porque las condiciones que se exigen para su pago están muy por encima de las posibilidades de los trabajadores y los parados de hoy día. Tal vez por eso nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Y es que, una cosa es la protección oficial y otra las viviendas sociales para familias en riesgo de exclusión social.
El resultado es que la lista sigue y seguirá existiendo, así como las viviendas vacías, producto de la burbuja inmobiliaria y de la mala gestión municipal de viviendas. Porque es mentira que las viviendas de protección oficial tengan un precio asequible al nivel de vida de la clase trabajadora, cada vez más empobrecida.

Estas palabras tan hermosas, si fueran verdaderas, se escriben en canciones y en discursos, se imprimen en camisetas y hasta se hacen festivales en su honor. Muchas celebridades, como Bono de U2 o Shakira, se erigen en portavoces de la lucha contra la pobreza, pero no dudan en apoyar a los máximos responsables de ella; el presidente Obama de EEUU como cabeza del modelo capitalista y sus herramientas, el FMI y la OTAN, las cuales son las principales causas de la desigualdad y la guerra, y del hecho de que hoy por hoy el 1% de la población posea los recursos y la riqueza del mundo.
Entonces cuando alguien como Hugo Chávez establece medidas reales para frenar la pobreza y limitar el poder de las grandes fortunas en su país, le llaman dictador. Y se suman a las campañas mediáticas de los dueños de la mass media, mientras que nos piden dinero para sus fundaciones en contra de la pobreza.
El mercado de la paz y de la solidaridad del mundo llamado democrático es tan transgénico como los productos de Monsanto.

No puedo terminar si mencionar a Ucrania, nuevo espacio para jugar a las guerras de nuestros amorales dirigentes.
Porque en este planteamiento maniqueo clásico de la Guerra Fría colocan a Putin en la zona roja, como si fuera comunista... Y a Europa y EEUU en el papel de "los buenos", esos que andan siempre velando por la democracia del 1%.
Ambos se disputan un territorio y sus recursos, y los medios no nos dejan oir la opinión del pueblo. La UE y EEUU anuncian sanciones si se mantiene la situación en el Este de Ucrania, y esta situación ha sido producto de un Golpe de Estado, en el que han participado elementos ultra derechistas. Durante los sucesos previos a la caída del gobierno de Yanukovich se dieron disturbios entre los que se cuentan ataques a ciudadanos "pro rusos" y judíos, según han denunciado vía twitter y otros medios muchas personas, los cuales jamás han sido cuestionados por la UE o EEUU. Pero si leemos la historia de la vieja Europa y la nueva USA, nada de esto nos debe sorprender, pues EEUU no dudo en armar y financiar a los talibanes que ahora combate frente a la URSS, y Europa no dudó en quedarse al margen cuando Hitler decidió apoyar militarmente a los fascistas golpistas que derrocaron el gobierno democrático del Frente Popular de la República Española, dando alas al fascismo europeo que terminó en genocidio.
Es la misma Europa que habla de democracia mientras sus países aprueban medidas contra los inmigrantes en contra del presunto derecho a la circulación libre en la UE, la misma que pone alambres con pinchos en las fronteras, la misma que rescata bancos con el sudor y el trabajo de los obreros europeos, la misma que firma acuerdos de libre comercio con EEUU para permitir que nos inunden de transgénicos a cambio de vender lavadoras alemanas en USA... la Europa de Angela Merkel.
Eso es lo que ofrecen a Ucrania, tener relaciones comerciales con la Troika de la Merkel, a cambio de un recorte de derechos sociales y laborales similar al que nos vienen sometiendo a Españoles, Griegos, o Portugueses.
No se cuanto de malo es Putin, pero se bien como de mal lo hace la "Putan".
Se me acabó el tiempo, hasta otra amigos.