lunes, 2 de junio de 2014

DE LAS EUROPEAS A LA ABDICACIÓN DEL REY.

Estamos viviendo un momento histórico que, tal vez, no podamos analizar nosotros mismos con la perspectiva necesaria.

Desde el año 2011, en que los movimientos sociales de éste país confluyeron en el fenómeno denominado Movimiento 15 de Mayo y asumieron la importancia del papel de la ciudadanía para dinamizar la política, hemos visto nacer un nuevo concepto de política; la democracia directa y participativa. 
Los ciudadanos no queremos ser militantes, queremos ser constructores del mundo en que vivimos.

"No nos representan, porque nos representamos nosotros mismos"

Desde entonces, y hasta hoy, ha habido muchos intentos de generar una inmensa mayoría desde la izquierda, los cuales han fracasado siempre en el mismo extremo; las siglas, los símbolos y las distintas concepciones de la izquierda (comunismo, socialismo, trotskismo, y de más "ismos")
Esto fue lo que intentó corregir el Espíritu del 15 M, y muchos de nosotros no entendíamos entonces la trascendencia de aquel mensaje que dinamitaba por completo la filosofía política tradicional.
La democracia no es una cuestión de siglas, símbolos e ideas homogéneas y rígidas, es una cuestión de participación ciudadana en los asuntos políticos.
Y participación más allá del voto, o la elección del candidato adecuado, incluso más allá de las primarias.
Participación significa asumir la responsabilidad y trabajar por construir el mundo en que queremos vivir.

Me encontraba a principios de este año involucrada en un proyecto de ésta índole cuando irrumpió el fenómeno Podemos.
A Pablo Iglesias lo había visto en Internet, en su programa Fort Apache, mucho antes que en los debates de La Cuatro y La Sexta.
Me pareció interesante la perspectiva participativa del proyecto y, especialmente, la fuerza con la que irrumpió.
La presentación en Sevilla, en la Universidad Pablo Olavide, de Podemos fue espectacular. Había tanta gente que muchos tuvieron que quedarse fuera.
Después vino la calma y el trabajo de los Círculos, del que muy poco se ha hablado en los debates televisivos.
Es curioso el análisis tan superficial que han hecho tanto medios como partidos políticos, centrándose en Pablo Iglesias y su presunta fuerza mediática.
En relación a esto, solo diré que muchas de las personas que eligieron la papeleta Podemos ni siquiera habían oído o visto ni una sola vez a Pablo Iglesias. En mi barrio, por ejemplo, fue determinante el trabajo del Círculo.
La campaña electoral se hizo con los pocos carteles que pudo enviar la central de Podemos en Madrid, más otros cuantos confeccionados por nosotros mismos para el barrio. Los mítines, se convirtieron en encuentros con los ciudadanos donde a falta de recursos imperó la ilusión, y donde los participantes eran vecinos del barrio.
En Sevilla Podemos tuvo cerca de 300 apoderados, que trabajaron el domingo entero voluntariamente para cuidar la normalidad democrática.
Me preguntó la apoderada del PP cómo habíamos conseguido ese número de Apoderados siendo tan "nuevos", y yo le expliqué el funcionamiento de los círculos.

LOS CÍRCULOS:
La web de Podemos da unos consejos para la formación de Círculos. Son asambleas ciudadanas, formadas por ciudadanos libres que se reunen un día a la semana, o los que hayan decidido. Hay Círculos por gremios, por actividades, por barrios, por pueblos.
Esta es la expresión de la Participación. Podemos no intenta vender un proyecto político, intenta generar participación ciudadana. 
El ciudadano no es un simple votante, sino un constructor.
El proyecto lo vamos a construir los ciudadanos juntos mediante los círculos y las distintas herramientas físicas y técnicas.
Esta, y no otra, ha sido la razón del resultado obtenido en las Europeas. Mientras los tertulianos divagan sobre la supervivencia de Podemos y su programa, los Círculos ya estamos trabajando para las municipales, y especialmente, para asentar el proyecto participativo, pues en una democracia participativa el municipio adquiere especial importancia, por la cercanía de sus instituciones y problemática. 
No es casualidad que los partidos mayoritarios, los de "La Casta", quieran centralizar y eliminar competencias de los gobiernos municipales y autonómicos (en especial el PP), y usan la crisis como excusa; han argumentado el alto coste de las administraciones más cercanas a la ciudadanía, mientras nada tienen que decir de sus privilegios, salarios y complementos, que es los que realmente encarece la administración.
Yo auguro un buen futuro a Podemos y me siento feliz de estar participando en lo que posiblemente será un cambio histórico.

EL REY; AL QUE NO TENGO LEY...



No puedo cerrar esta entrada sin aludir a la noticia del día, la abdicación de Juan Carlos. Yo también soy Juan Carlista, últimamente, pero más del Monedero que del Borbón.
Las tertulias de hoy dejaban claras las posturas; con los partidos de La Casta (PPSOE), defendiendo como gatos panza arriba lo que ellos llaman "estabilidad", es decir mantener una monarquía corrupta e impuesta por el pacto entre élites   (la Franquista y ellos mismos), por más que persistan en contarnos Cuéntame. Y los partidos que apuestan por el cambio democrático; Podemos, IU, EQUO y otras formaciones, que defienden que el texto que va a ser redactado por el gobierno para la abdicación, y votado por el PSOE, debe incluir la celebración de un Referéndum donde se permita al pueblo decidir sobre el futuro de la Jefatura de Estado. Solo así el texto será producto de un pacto democrático.

Mi opinión es que el gobierno ya tiene preparado el texto con el nombramiento de Felipe VI como nuestro futuro Rey. Que el PSOE, cuyo tertuliano de hoy en La Cuatro decía con voz temblorosa de pelele que tiene alma republicana pero que apostaba por "La Estabilidad" (la de la corrupción y la degradación), votará a favor de ese texto. Qué en algún momento de este trayecto político hacia la democracia, ambos partidos pactarán cuando se vean debilitados y mal heridos de muerte, tratando de interrumpir el cambio histórico de nuestro país. 
Por ello, los demás, los que no somos La Casta; Podemos, IU, EQUO y todo aquel que quiera vivir en un país donde la ciudadanía sea la que decida y no las élites corruptas, deben tener una estrategia o pensarla.
No es necesario hablar de alianzas o de sopas de letras, ni de acuerdos electorales. Tan solo hay que trabajar, involucrar a la ciudadanía en ese cambio, cambiar el concepto de militante por el concepto de ciudadano responsable, abrirse a la ciudadanía sin miedo. 
Que el ciudadano sepa que la República es la expresión política de la democracia porque los cargos públicos han de ser electivos y no hereditarios. 
La II República no llegó por un Referéndum, sino por un pacto (Pacto de San Sebastián), donde las fuerzas Republicanas se comprometieron a establecer la República tras lo comicios electorales si resultaban vencedoras.
Olvidémonos de los pactos electoralistas, centrémonos en integrar ciudadanos en generar esa mayoría todos juntos, y luego, una vez hayamos "tomado" por la vía legal el Congreso, los ayuntamientos y cada una de las instituciones, pongámonos de acuerdo en construir un nuevo marco democrático que acabe con el fantasma de la corrupción, el servilismo, el caciquismo, y la injusticia que impera en España.

SALUD, REPÚBLICA Y DEMOCRACIA REAL.