Cuando las tropas musulmanas, lideradas por Tariq Ibn Ziyad,
atravesaron el estrecho de Gibraltar, llegando a la Península Ibérica, sus
miembros quedaron maravillados al contemplar el entorno natural que les
recibía. Por ello, lo denominaron Al-Andalus que significa “El Paraiso”. Eso
dicen algunos historiadores.
Algo similar deben pensar los mafiosos, ladrones, estafadores,
pedófilos, violadores y demás escoria, que tanto nacen aquí como llegan
procedentes de otros lugares, donde su vil actividad se hace más complicada.
La diferencia con los primeros, es que ellos nos trajeron
cultura, y nos dejaron un hermoso legado artístico y culinario, mientras que
los segundos nos están, simplemente, robando y maltratando.
Curiosa la forma en que se controla la frontera cuando se
trata de vigilar la entrada de personas honestas que buscan, tan solo, ganarse
la vida trabajando. Curiosas las trabas que se imponen a los ciudadanos
decentes de países del denominado Tercer Mundo, al que poco a poco vamos
ingresando los españoles, cuando quieren venir simplemente a visitar a sus
familiares o a ver a un amigo. Y curiosa la forma de regular el tráfico humano
mediante la imposición de tasas y precios impagables para la adquisición de los
documentos oficiales que permiten caminar libremente por el mundo.
Si vienes de un país del Tercer Mundo, eres trabajador y
buena persona, eres joven o de mediana edad, podrías ser un potencial
emigrante, por lo tanto, no puedes entrar, te negamos el visado.
Qué la libertad depende del dinero que uno o una dispone para
comprarla ya no es, ni tan siquiera, un secreto a voces. Cada día nos lo recuerdan
en cada uno de nuestros actos.
Este control de tránsito no parece afectar mucho a las mafias
afincadas en la costa, ni a sus millonarios magnates, que disfrutan del paraíso
con una cerveza en la mano mientras delinquen impunemente. Así como, a ningún
otro delincuente de ningún tipo.
Y entre tanto, los canales de televisión nos muestran sus
mansiones y su horripilante modo de vida basado en la opulencia, el robo y la
usurpación de lo ajeno.
Tomo como ejemplo una noticia publicada el 17 de Diciembre de
2012 en el diario “La Tribuna de Europa”, titulada “Refugio de Pederastas”,
donde se dice que Scotland Yard ha informado a la policía española de la presencia
de, al menos, 200 pederastas instalados en las colonias británicas que se
extienden por la costa.
¿Cómo puede ser tan fácil para un pederasta británico,
previamente condenado en su país, afincarse en España cuando a una persona
trabajadora y honrada que proceda cualquier país pobre se le impide o dificulta
la entrada por activa y pasiva?
El 17 de octubre de 2012 se publicaba en teinteresa.es una noticia sobre la presencia de mafias en España,
donde se afirma que según la Interpol operan en el país un total de 688 grupos
mafiosos dedicados al tráfico de drogas, explotación sexual y blanqueo de dinero.
Eso por no mencionar las mafias ligadas a la explotación del suelo durante la
burbuja inmobiliaria.
La corrupción de la clase política tiene mucho que ver con
todo esto, nos damos con un canto en los dientes al contemplar el festín
monetario que han disfrutado dirigentes políticos y agregados a esta función
pública que debiera ser tan honorable.
Nuestra realidad cada vez se parece más a la que se muestra
en clásicos del cine como El Padrino. Mafiosos que compran voluntades de
políticos sin escrúpulos, que viven única y exclusivamente para llenar sus
bolsillos.
Es una verdad incontestable que los principales dirigentes
políticos de este país se han hecho ricos. ¿Cómo habrá sido esto? ¿A tanto
ascendía el salario de presidente o vicepresidente?
Los salarios de los políticos están sobre valorados, es bueno
señalarlo, pero no hay que ser muy listo para comprender que no ha sido esta su
única fuente de ingresos.
El magnate de Eurovegas llegó por España cual patrón por su
fábrica y se atrevió, inclusive, a comentar sobre la reforma laboral; el
abaratamiento de los despidos, la disminución de derechos fundamentales y la
inseguridad absoluta. Para él todo esto estaba bien, pero no era suficiente.
La cesión de terreno para la construcción de este proyecto no
es a cambio de nada. Cada vez que un capitalista ofrece invertir en un lugar no
lo hace por filantropía, sino para extender su capital y para aumentar su
ganancia.
Estos días los medios arden por el bombazo informativo que
han supuesto los originales de los famosos papeles de Luis Bárcenas.
Más allá del delito personal del ex tesorero del Partido
Popular, que tiene que ver con todo ese dinero ilícito y los fraudes cometidos
por la Hacienda Pública, está el delito global del propio partido.
El otro día oía a un tertuliano televisivo decir que el
asunto de los ERE de Andalucía es mucho más grave que el asunto de Bárcenas.
Muchos tertulianos intentan salvar el pecado de unos contraponiéndolo con el
pecado de los otros.
La idea de que un delito sea menos delito que otro,
simplemente me espanta.
Dicen los cronistas del PP, los tertulianos encargados de la
defensa de la imagen de dicho partido, que “estos que se manifiestan en las
sedes del PP no lo hacen en las del PSOE por lo ERE de Andalucía”
En cada una de las manifestaciones y concentraciones que se
hacen en Andalucía se dirigen las consignas, por igual contra, el PP y el PSOE.
Es obvio que en Madrid no se van a manifestar por los ERE de Andalucía, porque
lo que les afecta a los madrileños directamente es la privatización de la
sanidad pública en su comunidad.
La idea sobre la que
pretenden construir la presunta menor gravedad del delito cometido por el
Partido Popular se basa en la cuestión de la cosa pública.
Los Expediente de Regulación de Empleo que se investigan en
Andalucía están relacionados con indemnizaciones de un fondo público reservado
a trabajadores, que habrían sido cobradas por personas que no eran
trabajadores. Es decir, un robo del patrimonio público para llenar los
bolsillos de cierto número de sin vergüenzas.
Mientras que, según ellos, los sobresueldos de los dirigentes
del PP proceden de empresarios y empresas a título privado. No tiene, por lo
tanto, nada que ver con la res pública. Es, para ellos un asunto privado de
financiación ilegal.
Este razonamiento es tan simplista como malicioso. Pensar que
un capitalista es un filántropo. Volvemos al origen de la corrupción y la idea
que me ha llevado a escribir este pequeño artículo.
El dinero que han cobrado los dirigentes del PP, y que se ha
hecho a nivel estatal y no autonómico, como en el caso de los ERES, procedía de
empresas que podrían haber estado recibiendo adjudicaciones mediante el sistema
de contratación pública. Esto es lo que investiga el juez Pablo Ruz. No es, por
lo tanto, ningún asunto privado. Bárcenas es aquí un intermediario entre el
corruptor (el donante) y el corrupto (el político). Y de paso también él se ha
llevado lo suyo.
El sistema de contratación pública licita, se supone,
mediante concurso público determinadas obras o servicios para que sean
ejecutados por empresas privadas. El interés de las empresas privadas por
explotar los recursos públicos es creciente, por los beneficios directos qué
podrían extraer. Supone un apoyo a una actividad privada por parte de la
administración pública, es decir, con nuestros impuestos.
Deberíamos estar más interesados por saber si todo esto
guarda alguna relación con las leyes que se han estado decretando en los
últimos años. Si tiene algo que ver el tema de los sobresueldos del PP con la
Ley del Suelo que facilitó la especulación, o con la ley de hipotecas, o con
otras muchas leyes que han servido para aumentar los beneficios de muchos
magnates mafiosos que viven del delito. Los “Padrinos” afincados en nuestro
país.
¿Habrá donado algo el señor magnate de Eurovegas? ¿Serán
también donantes las empresas que ahora pujan por los hospitales madrileños que
van a privatizar? ¿Es todo esto menos grave que los ERE y más privado?
Este es nuestro paraíso, un vergel para la delincuencia.