lunes, 20 de abril de 2015

700 muertos...

Eduardo Galeano que se marchó hace unos días y nos dejó huérfanos habló sobre "Los Nadie" que "no figuran en la Historia Universal, sino en la crónica roja de la prensa local".
¡Cuanta verdad en sus palabras! que han venido a mi recuerdo al leer sobre los 700 muertos en la mar, en la tierra de nadie, en el Mediterráneo.

Las organizaciones pro derechos humanos recomiendan a los países civilizados de Europa el salvamento de las personas que arriesgan su vida en una huida desesperada. Se alejan de la pobreza y de la guerra. Ambos son elementos exportados por los ricos del planeta a cambio de sus recursos naturales y humanos. Así es como se organiza el comercio internacional, unos compran barato y otros lo pagan caro.
Los "civilizados" responden que no hay dinero para salvar a esta pobre gente, y diseñan planes para prevenir  su desembarco en los que los que se entremezclan muros,  rejas con pinchos,  pelotas de goma, y por fin, el destino o la muerte.

Esta tragedia no es la primera, y desde luego, no será la última. Algunos periódicos han lanzado cronologías de los últimos naufragios habidos en el Mediterráneo en los últimos 20 años.
En algunas ocasiones, se convierten en noticia de primera plana, más bien por resaltar la ceguera de los "civilizados" que por señalar la pérdida de unas cuantas vidas más en esta sucesión de muertes que es la historia del progreso.

Pobreza, movimientos migratorios y tráfico de personas son conceptos ligados entre sí y nacidos de la misma madre, la política de mercado.
La línea que separa a los ricos de los pobres se va difuminando en el mapa mundi. Un barco cargado de pobres espera para que le dejen entrar en un lugar cuyos habitantes están en proceso de empobrecimiento.
Mirando la pantalla la gente se pregunta ¿cómo vamos a solucionar este problema si no hay trabajo ni para nosotros? Y vuelven la cara, centrándose es su café diario o en algún problema personal, cómo pagar la hipoteca, necesito trabajo, no me queda dinero...

Creo que mucha gente aún no comprende cual es la causa de este todo sin sentido, y cada día en la televisión vemos economistas justificando un modelo, que no es que haya fallado, sino que ha sido diseñado para generar pobreza y muerte. Como dice Juan Torres,  el genocidio económico debería ser delito.
Los ideólogos del Neoliberalismo están matando a gente; de hambre, de guerras, de desesperación... Son criminales.

Termino con una recomendación cinematográfica que viene al hilo,  una película italiana que fue realizada en 1994 y cuyo contexto está relacionado con uno de estos sucesos. Se titula "Lamerica". Esta es su ficha en el web Filmaffinity:
http://www.filmaffinity.com/es/film672300.html