sábado, 20 de julio de 2013

MALALA, EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y LA DOBLE MORAL.

Malala Yousafzai es una joven de dieciséis años nacida en Pakistan y residente en Reino Unido.
Es conocida por su lucha en defensa de los derechos civiles y sociales, especialmente, el derecho a recibir educación de las mujeres. En su blog compartió su experiencia bajo el régimen taliban, el cierre de las escuelas privadas y la prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas públicas. Ella fue víctima de un atentado dirigido contra un autobús escolar, y tras ello, el debate sobre el derecho a la educación de las mujeres en Pakistan  y en otros lugares del mundo ha sido muy goloso para algunos bien pensantes.
Malala ha sido homenajeada recientemente por la ONU, siendo invitada a dar un discurso que ha sido aplaudido por todos.
En él la joven activista pidió a la comunidad internacional “hacer un esfuerzo para lograr educación para todos los niños”.
Los principales dirigentes del mundo, entre ellos Obama, y muchos presidentes europeos, felicitan a la joven por su coraje. Madonna se escribió su nombre en la espalda.
Todos parecen compartir las ideas de Malala, sin embargo, cada día se trabaja por limitar el derecho a la educación en aquellos lugares del mundo donde a fuerza de luchas y reivindicaciones se ganó el acceso universal a la educación fomentando la educación pública.
Mientras la ONU aplaude a la joven Pakistaní, se impone en nuestros países un nuevo modelo de educación basado en la privatización. La crisis sirve de excusa a estos politiqueros que felicitan a la estudiante pakistaní al mismo tiempo que reducen el presupuesto en gasto público.
¿Podría estudiar Malala  en EEUU o en España si no tuviera dinero para ello?
¿Podría pagar Malala las tasas que se imponen a las nuevas matrículas tanto universitarias  como de formación profesional?
¿Y qué hay de los jóvenes estado unidenses que se ven endeudados durante años para poder pagar sus estudios?
¿Por qué no invitan a los miembros de Marea Verde para que defiendan ante la ONU el derecho a la educación de todos y por lo tanto la defensa de la educación pública?
La respuesta en muy sencilla, la cuestión de Malala es estratégica. Un nuevo intento de poner el foco sobre la confrontación oriente-occidente.
Es necesario seguir hablando de Talibanes y de extremistas islámicos para poder continuar con la máquina de guerra. Cualquier excusa es buena para ello.
Ya no importa que nos duela la boca de tanto recordar que las corrientes talibanes fueron subvencionadas durante años por los mismos que ahora se erigen en sus principales enemigos.
Malala sufrió un atentado, y cientos de estudiantes en España, Chile, Grecia, Portugal y otros países sufren las cargas policiales cuando defienden lo mismo que ella, el derecho a estudiar. Solo que Madonna no se acuerda de ellos en sus conciertos.

Yo comparto plenamente el discurso de esta joven, por ello me enfada muchísimo ver como lo usan de forma hipócrita y partidaria aquellos que atentan contra el derecho a la educación en sus propios países.

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