sábado, 12 de enero de 2013

Las ideología, el partidismo y la construcción colectiva.


Hace unos días salió a la luz un nuevo proyecto del que aún no sabemos mucho. El proyecto se presentó como un nuevo partido político denominado Partido X, el cual está ya inscrito, de acuerdo a las informaciones.

Vuelve a renacer el debate de las ideologías, la terminología, y las divisiones en la izquierda. Vuelven las voces que califican de malo aquello que desconocen. No es nada particular.

Por ello quiero ofrecer mi personal punto de vista sobre todo esto. 

En primer lugar, me gustaría hacer una distinción necesaria entre dos conceptos que se confunden con asiduidad: Ideología y Partido. 

Tanto se ha devaluado el lenguaje político que hemos llegado al punto de confundir el tocino con la velocidad. 

La ideología es un factor humano intrínseco. Es de decir, parte de dentro hacia fuera. No solo implica un posicionamiento con respecto a una cosa, sino todo un análisis de la realidad. El resultado del estudio que cada cual hace del entorno y las conclusiones a las que llega. Todo el mundo tienen ideología, aunque muchas personas desconocen este proceso que se produce de forma innata.

Ahora bien, lo que nosotros consideramos ideología política es la asunción de una serie de teorías elaboradas por intelectuales para explicar ese entorno, o para ayudarnos a comprender ese entorno. Pero, todas las teorías son subjetivas, como la historia. Por ello, hay tantas teorías o explicaciones de ésta como hombres en el mundo. No  quiero decir con esto que carezcan de validez, porque en la subjetividad hay dos clases de elementos; el objeto y la explicación que se da de éste.

El partido político es un factor externo, una forma más de agruparse el individuo en la sociedad para la consecución de un fin. Nosotros relacionamos la democracia con el partidismo porque esta ha sido la forma tradicional de agrupación política en nuestras democracias de corte representativo. Pero ¿existía este tipo de organización antes de la democracia?
La etimología nos responde. La palabra procede del verbo latino Partio (dividir). En la antigüedad se usaba para designar divisiones sociales debidas a diversos fines. Lo normal es que fueran militares. En la Edad Media y Moderna existían partidarios entre los nobles que se agrupaban, como en la actualidad, en favor de uno u otro heredero. El partidismo favorecía el ejercicio de la influencia y el control de determinados sectores de la sociedad sobre otros. 
La democracia ha existido, sin embargo, sin la presencia de partidos políticos. Siendo este su carácter en la Grecia Clásica.

Con esto quiero decir que la presencia o no de partidos es completamente ajena al hecho de la existencia o no de democracia. Así mismo, también lo es a la ideología. Pues como hemos podido ver, el partido responde a unos objetivos concretos que pueden estar sustentados en una ideología o en un interés.

La política en nuestros tiempos es heredera de la evolución social y mental desarrollada desde la Edad Moderna hasta ahora: Renacimiento, Ilustración y Romanticismo. Yo señalaría este primer bloque de pensamiento que luego se ha diversificado en todos los pensamientos políticos que conocemos. 
Las propias categorías Izquierda y Derecha que se usan para identificar a las ideas o agruparlas han ido cambiando y evolucionando a través del tiempo.
Así los Liberales eran la izquierda frente a los Conservadores cuando el objeto de la lucha era la abolición del absolutismo monárquico, la introducción de las relaciones capitalistas frente al proteccionismo mercantil de las monarquías absolutistas, la abolición de la esclavitud y su sustitución por la mano de obra asalariada, etc... Recordemos que la Constitución Liberal de 1812, La Pepa fue producto de una rebelión contra la ocupación Francesa y contra la Monarquía Absoluta de Fernando VII. Posteriormente se desarrollaron los movimiento obreros, y éstos pasaron a ser la izquierda, que pedía justicia social, laboral y reparto de la riqueza generada por la explotación del trabajo asalariado. Desde el S.XIX los liberales dejaron de ser izquierda para convertirse en derecha, o lo que es lo mismo, en conservadores. En síntesis la categoría izquierda define al progreso y la categoría derecha define al conservadurismo.

Las democracias de corte liberal han basado su sistema de organización en el partidismo y en el modelo representativo. Siempre se pone como excusa la dificultad de desarrollar un sistema asambleario íntegro, pero en realidad éste no es imposible. Tan solo habría que descentralizar la toma de decisiones y acercarla a la ciudadanía.

Es un axioma de la ideología anarquista que la centralización es un vehículo usado por el poder para facilitar el control y la obediencia de la sociedad. Este pensamiento no solo aparece en autores anarquistas, sino también en autores de tendencia conservadora nacionalista, como por ejemplo, el geógrafo Friedritch Ratzel quien teorizó sobre el "espacio vital" y la geografía política apuntando que un Estado necesita, como un ser vivo, ampliar su espacio vital para fortalecerse y subsistir. Un Estado es poderoso en función de la extensión de su territorio. Estas teorías eran la base de las colonizaciones y el imperialismo. Como podemos ver dicen lo mismo, pero con distintos objetivos.

El partidismo ha hecho entrar en crisis al propio concepto de la ideología, porque actualmente la gente suele identificar partido e ideología, así como categoría política. Eso es;
IU (Comunismo) PSOE (Social Democracia) Ideología (redistribución de la riqueza, respeto a las diversidades, tolerancia, justicia social, anticlericarismo, laicismo, republicanismo...), CATEGORÍA (Izquierda)
PP (Franquismo, Neoliberalismo, Capitalismo) Ideología (Defensa de los intereses privados frente a los colectivos, protección a las grandes fortunas, monarquicos, tradicionalistas, religiosos, racistas, xenófobos, homófobos), CATEGORÍA (Derecha)

Pero la realidad es mucho más compleja que todo esto; y puedes encontrar a José Bono del PSOE dando alabanzas al Papa, o a Gazpar Llamazares de IU apostando por la social democracia. O al PSOE dictando medidas neoliberales y defendiendo la sociedad del consumo.
Así mismo puedes encontrar a gente de derechas que no sean monárquicos, y gente de izquierdas homófoba...

Todo es relativo porque la ideología es un factor intrínseco que parte de uno mismo y su circunstancia.

Por ello, ¿como podemos construir un proyecto colectivo? ¿es imposible? Yo creo que no lo es. El problema de la política actual no es de ideologías, aunque la ideología será la que nos de fundamento para construir un futuro colectivo. El problema de la política es de organización. Estamos supeditados a una organización que facilita el control por parte de las élites. La pieza fundamental de esta organización es el sistema de partidos, que tiene unos efectos fragmentadores de la sociedad que impiden una respuesta común a las agresiones.

Necesitamos una herramienta, un proceso que nos lleve a la construcción colectiva. Necesitamos que toda la sociedad forme un único bloque. 


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